domingo, 13 de marzo de 2016

Ambientación para FATE

Corre el año 2.356 y la humanidad se ha extendido por todo el Sistema Solar.  Fundamentalmente en la Luna, Marte, Ceres y el cinturón de asteroides, aunque existen estaciones espaciales en muchos otros puntos. La Tierra poco a poco se va recuperando de guerras y contaminación, pero tan solo unas pocas áreas son completamente habitables. Ya no quedan recursos que extraer y los cataclismos ocurridos en el siglo XXII mermaron drásticamente la población. Si la humanidad no ha sucumbido a ella misma fue gracias a los avances en genética y fusión. Los primero permitieron ir almacenando todo el material genético de los seres vivos de la Tierra y clonar estos seres de manera sostenible, evitando los problemas de envejecimiento prematura o consanguinidad, entre otros. Pero sin duda fueron los avances en fusión los que posibilitaron que la vida en la Tierra, y lo que resultó crucial, en el espacio, fuera viable sin apenas recursos energéticos. Con la fusión, estabilizada en el año 2.134 por el equipo del Dr. Héctor Ramírez en el CERN III del Sahara se consiguió sustentar a la colosal industria aeroespacial y al Plan Exodus II, financiado por la Unión de Países Supervivientes para colonizar de forma efectiva Marte. En aquel tiempo ya existían dos colonias permanentes en la Luna: Marco Polo y Columbus. A pesar de todo, los viajes seguían durando años, pero esto cambió en el año 2.178, al tiempo que los primeros terraformadores llegaban a Marte. Así, en el Centro de Investigación de la Materia de Nuevos Andes se descubrió que los reactores de fusión provocaban una distorsión no cuantificable en la materia empleada y generada en el proceso de fusión. Este equipo, con la Dra. María Raspova y el Dr. Kiwo Sulawasha a la cabeza, descubrió que podrían predecir y controlar esa distorsión consiguiendo el primer prototipo de generador de antimateria, denominado Cronos. Poco más tarde, en 2.184, la empresa General Spaceship Corporation patentó el primer reactor de impulsión de antimateria modelo EMC2, en honor a Albert Einstein, que consiguió hacer el viaje de la Tierra a Marte montado en un transbordador Hespérides en tan solo 25 días. Cinco años más tarde U Space Technologies lanzó su Thunder, capaz de hacer el viaje en solo 22 días. Bien es cierto que entre estos logros, hubo sonoros y desgraciados accidentes donde perdieron la vida miles de personas. Desde entonces los motores de antimateria han sido mejorados y estabilizados permitiendo que todo el Sistema Solar pueda ser recorrido en cuestión de semanas, durado el viaje a marte poco más de dos semanas y al cinturón de asteroides alrededor de un mes.